sábado, 4 de abril de 2009

SILVITO Y VIR



Silvio fue un hermano maravilloso. Nos decíamos "mellizos" pues cada año, por once días, teníamos la misma edad.
Cuando niños jugamos mucho, ¡también peleamos! como todos los hermanos. Jugábamos con barro, en Lanín 130, la casa de mis abuelos maternos, con hojas, con sus soldaditos..Compartimos una bici, roja, que casi siempre estaba bajo su mando. Cantamos, mucho. Cómo cantamos! sobre todo en los viajes (junto con Sú, la hermana número tres de los seis que siempre seremos) Canciones que aprendimos en el colegio, algún bolero, y hasta nos animamos a ser autores e intérpretes (“Hoy estrenamos Cerro Azul” fue el hit de un verano lejano en el que estrenamos nuestra casa en las sierras cordobesas).
En los veranos nadamos mucho. Cuando no, pasamos horas en la pileta compitiendo en mejores verticales o velocidad en llegar a lo más profundo. Y leímos. Aquellos libros de tapas amarillas y la colección (completa!) de Asterix y Obelix. También recuerdo un libro que adorábamos y que inspiraba proyectos increíbles de grandes campamentos y salidas de campo (enseñaba el libro a armar carpas, a hacer nudos, a encender fuego, a cocinar..) Las competencias del “uuuuuu” que debía empezar al ingresar al túnel de Libertador y jamás terminar hasta haber salido. Los domingos en Plaza del Libertador, las misas en Santa Adela, nuestra Primera Comunión...
Fuimos juntos a varias escuelas. Recuerdo mi sala de 5 años, su sala de 4 y ¡aquel día que se cayó del tobogán! O el día que la pileta del colegio Taborén se paralizó al ver a un enano que se había “fugado” de los profes y estaba a punto de tirarse del trampolín más alto…¡y si! ¡Era mi hermano! ¡Quién más! .También recuerdo sus primeros días en 1er grado del querido Armenio Argentina. Mi seño (yo estaba en 2do) me daba permiso de quedarme a su lado los minutos iniciales de cada jornada para evitar que llorara (que hermosa imagen los dos sentados en la misma sillita!) Como hubiera querido, hermano mío, permanecer toda mi vida a tu lado, compartiendo aquella sillita, cuidándote, protegiéndote.. Jamás olvidaré las clases de cerámica en Covunco, los fogones en Cerro Azul, los recitales, el espejito que me regalaste … ¿Algún día me explicarás el porqué de tu rechazo a las hebillas en el pelo? Cómo nos volviste locas a las hermanitas Seco!
Los recuerdos tristes, son inevitables. Preferiría no tenerlos. Jamás te quejaste hermano mío.
Intenté, hasta tus últimos días en esta vida terrenal, y a pesar de las distancias físicas que por momentos nos separaron, que supieras que te amaba con toda mi alma y que estaría allí, cada vez que me necesitaras.
Sé que estás con nosotros, todos los días, en todo momento. Sé que nos cuidás. Te siento en mi corazón y te veo cada día en Mati, que cada vez se parece más a vos..en Val, que guarda como un tesoro la remera que le regalaste (escrito de tus manos “SECO” en la etiqueta…seguro fue en alguna internación), o cuando los dos tocan la guitarra (tu guitarra!) que les obsequiaste antes de partir.
Leí hace poquito que cuando emprendamos nuestro viaje final, aquel hacia la vida eterna, hacia la armonía, hacia la belleza inexplicable, hacia la paz indescriptible, allí estarán los seres que amamos y que nos precedieron en el nacer a la vida verdadera…Y que allí estarán para recibirnos, tal los despedimos. Estoy segura que te veré y buscaré a mi hermano en esa última mirada, esa que me regalaste unas horas antes de morir. Jamás sabré con exactitud cuales fueron tus últimas palabras hacia mi, no pude entenderte pero no quise decírtelo. Seguro era tu despedida..que dulzura vi en tu rosotro. Hermano, ¡cómo te reté! No quería que me dejaras…
Te extraño tanto…pero vivo en la seguridad de que elegiste la fecha de tu partida, que nos reuniste a todos, que entendiste (y hasta perdonaste) a quienes no te entendieron, que le diste a mamá tu último abrazo, a quién más si no a ella!, que te fuiste en paz

Te amo hermano.

6 comentarios:

  1. NO TENGO PALABRAS, SOLO LAGRIMAS EN ESTE MOMENTO, NADA PARA DECIR... SOLO QUE PASE POR AQUI Y QUISE VOLVER A DEJAR MI HUMILDE HUELLA.
    UN BESO GRANDE VIRGI Y QUE DIOS TE BENDIGA.

    MÓNICA MUFFATTI

    ResponderEliminar
  2. Hola,Virginia.
    Acabo de terminar de recorrer el blog de tu mamá, y sigo llorando.
    No sé por qué.No conocí a tu hermano, casi no tengo recuerdos de vos aunque compartimos la camada del Normal 10.Pero me pegó muy hondo todo lo que leí.La fuerza increíble de tu mamá para contar todo esto y seguir adelante, las palabras de amor y esperanza,la descripción de la escena en que te enteraste de la enfermedad de tu hermano y le demostraste con tu bebé que nada era más fuerte que el amor de familia, el video de tu hijo y sus palabras finales sobreimpresas sobre una foto donde unos ojazos y una sonrisa me parece que siguen agradeciendo, todo eso me llegó muy a lo profundo. Gracias por compartir esto.Me quedo pensando en muchas cosas...
    Te mando un beso enorme, y otra vez, gracias por haberme invitado a conocer este pedacito de tu historia.
    Claudia Volpin

    ResponderEliminar
  3. Hola Vir:
    Cada vez que entro al blog termino igual, emocionada, tocada, en carne viva y llorando. Y esta bien, así debe ser, sino fuera de esta manera algo andaría mal en mí. Ya conté que el tema me toca de cerca, y no logro imaginar como se debe multiplicar el dolor cuando esta enfermedad afecta a un hermano. Yo, que tengo un hermano 10 años mas chico que yo, que fue como mi primer hijo y que estuvo 48 horas inconsciente por un accidente de transito hace 7 años. Entiendo tu sentimiento, el amor de hermano, como todos, es único. Entiendo tu dolor, aquellos días fueron para mi una pesadilla.
    Con la muerte de mi papá aprendí que ademas del dolor nos queda la dicha y el orgullo de haber vivido bien junto a esos seres que ya no estan, y eso hay que valorarlo.
    Desde que somos madres sabemos que no hay dolor mayor que el de perder un hijo: MI ADMIRACION SUSANA!
    Vir, sabes lo que te quiero...
    Patricia Grandio.

    ResponderEliminar
  4. Querida Virginia:
    Estuve recorriendo el blog y quedé muy impactada… no sé bien que decir, pero me impresionó el hecho de que el mismo año en que nos reencontramos fue el de la muerte de tu hermano y que ahí estabas, entera, a pesar de todo, dándonos tu afecto. No lo sabía entonces, lo sé ahora. Gracias por esa entereza.

    Gabi Samela.

    ResponderEliminar
  5. Querida Virginia (y Familia) Me emocioné mucho al leer el blog .....
    Silvio nos esta viendo desde alguna nubecita
    Saludos
    Adrian Romero

    ResponderEliminar
  6. TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE
    Dejame comenzar con un texto bíblico maravilloso como todos "todo lo puedo en cristo que me fortalece" si tu llevas contigo todos los dias esta frase y te llenas de una fe tremenda no hay nada q pueda contigo ok para empezar por otro lado quien te a dicho a ti q te vas a morir porq segun unos examenes te han salido positivo para vih eso aun se puede descartar luego es bueno q sepas q hoy en dia hay enfermedades peores q tenr vih y tenrlo no implica enfermedad, desde que me han hablado de www.relacionespositivas.com son muy buenas personas y me han cambiado mi forma de pensar y actuar con esta enfermedad, menciono la pagina sin animo de hacer spam, solo con la firme intención de que lo que quiero decir abra lo ojos de las personas, y permitan que muchas personas no sean discriminadas.

    ResponderEliminar