domingo, 22 de febrero de 2009

"MI HIJO VIVE" (2)

Allá por el otoño del 2001, comencé a intentar el libro. Años de pensamientos y escribir palabras sueltas. Sentimientos y algunas poesías; emociones y párrafos inconclusos...


Caminar sobre tierra recién bañada por lluvias torrenciales, caerme y volverme a levantar.

Transitar caminos con ripios y piedras, caerme y volverme a levantar.


Murallas inabordables y selvas asfixiantes y agobiantes...


El misterio de la mente..., también fueron años de esperanza. Esperanza en la ciencia, en vacunas, en medicación nueva. Esperanza en nuevas oportunidades que da la vida.


Nunca decirme, ¿por qué a él? o ¿por qué a mí?. Cuando nos dicen "Dios no da a nadie una cruz que no pueda cargar"; doy fe, es cierto.

En junio de 1990 nació Matías, mi primer nieto, el primer sobrino de mis hijos.

Con Silvito, ya sabíamos que era VIH positivo. Mi hijo me pidió reserva de su enfermedad, él mismo quería encontrar la manera de decírselo a sus hermanos.

Vir llega a casa con su bebé en brazos y lo acuesta en el moisés. Silvito, en el living.

"Mamá -me dice mi hijo- decile a Vir de mi enfermedad, no quiero tener al bebé en brazos y no quiero besar su frente, tengo miedo a contagiarlo."

Conocíamos en qué circunstancias se podía producir el contagio pero a Silvito nunca lo abandonó ese temor, fue permanente en su vida.

Fui a la habitación y hablé con mi hija. Ella tomó a su hijito, fue hasta el living y besó a su hermano y puso a Mati en brazos de su tío. Ese día Silvito habló con sus hermanos y les contó su enfermedad.

En ese tiempo pasado, Vir tenía 22 años, Silvito 21, Su 19, Juan y Seb (los melli) 14 y Be, 11 añitos. En mis recuerdos ese tiempo pasado es siempre presente y lo vivo con la misma alegría. Silvito pudo decírselo a sus hermanos y todos pudieron fundirse en un abrazo. Yo los observaba, luego fui parte de ese abrazo y mutuamente secamos nuestras lágrimas.

Matías, hoy tiene 18 años y el 1 de diciembre de 2008 nos regaló y se regaló...

"En memoria de Silvito Seco"

viernes, 20 de febrero de 2009

"Canto a la Vida I"

(mayo de 2001)
Anoche me quedé dormida...profundamente
y
hoy desperté, afortunadamente.

Le debo a la Vida, permitirme
vivirla día a día.

Le debo a la Vida permitirme
edificarla cada día.
Un ladrillo y otro después.

Le debo a la Vida poder sentir...
Frío y calor;
viento y lluvia.

Le debo a la Vida poderme sentir...
inmensamente pequeñita
en la altura de la montaña y
jugando con las olas en el mar.


Le debo a la Vida.
El agua fresca del verano y
una sopa caliente en el invierno.


Le debo a la Vida, mi familia.
Mis padres, mis hijos, mis nietos.


Le debo a la VIDA:
la VIDA de un hijo.


Porque hoy duerme y despierta y
porque hoy se alimenta y
porque hoy ríe.


Le debo a la Vida
poder escribir.
Mis poesías son el puente
que permitirán que mi libro vea la luz.


Mi libro es experiencia vivida.


Son muchos los años y ruego a Dios, cada día,
simplemente continuar.


Por mi HIJO y por otros padres e hijos.
...

(febrero de 2009)

Le debo a la Vida y
a ustedes, lectores de mis sentimientos,
vuestro aliento y caricias al espíritu.

Le debo a la Vida, vuestras palabras...
comprensivas y alentadoras,
participativas y emotivas.
Todas, colmadas de afecto y amor.

Decirles GRACIAS,
no alcanza, es mezquino.


No encuentro la palabra precisa y exacta.
...

"¡Intelijencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
...Que mi palabra sea
la cosa misma
creada por mi alma nuevamente.
...
¡Intelijencia, dame
el nombre exacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de las cosas!"
(Juan R. Jiménez)


Sigo sin encontrar
la palabra exacta y precisa.

Gracias.
Sepan disculparme.

domingo, 15 de febrero de 2009

"MI HIJO VIVE" (1)

En alguna oportunidad comentaré regalos que me hizo desde su amor al arte; dibujos, poesías...



A Silvito no le gustaba que le tomaran fotos.

Ese día fue distinto, su mayor deseo era tener juntos a sus cinco hermanos y sus dos sobrinos y esperó ese día; seguramente ya estaba preparando sus valijas "y cuando llegue el día del último viaje, me encontrareis a bordo, ligero de equipaje, casi desnudo como los hijos de la mar".


Nos dejó su sonrisa y su mirada y esos ojitos nos siguen diciendo, ahora tengo paz. Ustedes estén en paz.

Esta fotografía fue tomada el 14 de enero de 2005; habiendo cumplido su deseo, el 17 de enero y "casi desnudo como los hijos de la mar" embarcó, comenzó el vuelo y llegó a destino.

Pobres los enfermos de ausencia de esperanza,
Qué nombre tiene la enfermedad de quienes han perdido la fe,
Cuál es el nombre qué reciben aquéllos, que no pueden brindar amor y no se permiten recibirlo.

martes, 10 de febrero de 2009

"MI HIJO VIVE"

Mi nombre es Susana e intento, a través de una tecnología, que por cierto desconozco, poder acercarme a familias y madres que estén viviendo o hayan vivido experiencias similares a las mías.

Sin omnipotencia y con humildad, también es mi deseo, llegar a las familias para que puedan ayudar a sus hijos y ayudarse, para no vivir lo que yo viví.

Me gustaría acompañar estas palabras con algunas fotos, no sé cómo hacerlo; lentamente iré aprendiendo.

Este blogg lleva el nombre de mi hijo; para mí SIEMPRE será Silvito; el pasado 8 de enero hubiera cumplido 40 años; desde el 17 de enero del año 2005, Silvito descansa en paz al lado de Nuestro Señor.

Mi hijo, desde muy pequeño, tuvo un comportamiento "diferente". Pasaba largo tiempo mirando la hojita de un árbol que la brisa agitaba. Miraba el cielo y sus ojitos, color verde, parecían hablarle. ¿Cuál habrá sido ese diálogo? No lo supe en su momento y no lo sabré. Aunque, a veces, creo intuirlo, es una percepción cálida, amigable y amorosa.

No sé si alguien leerá estas palabras, me resulta muy difícil realizar una rápida síntesis de todo lo que deseo podamos compartir.

A los 8 años tuvo su primer psicodiagnóstico, a los 17 su primera internación psiquiátrica y a los 21 me dijo "mamá, puedo estar enfermo de sida".

Hace años, varios, comencé a escribir un libro "Mi hijo tiene SIDA", a decir verdad, no quería terminarlo, seguir escribiendo era como "mi hijo sigue vivo".
Hoy sé que debo cambiarle el nombre.
Si escribo "Mi hijo tuvo SIDA" se puede interpretar, que la enfermedad estuvo, pasó y él sanó. Para el VIH-SIDA no hay cura, no hay vacunas. Sólo exite medicación que permite llevar una mejor calidad de vida, siempre y cuando el tratamiento se haga y la detección haya sido lo más prematura posible. Siempre les digo a mis alumnos la única vacuna es la PREVENCIÓN.
Otra posibilidad "Mi hijo tenía SIDA...".
No tengo por qué tomar esta decisión ahora, tal vez, ni siquiera lo publique.
"Mi hijo vive" en mi corazón, desde mis recuerdos y con todo el amor que sólo una madre puede entender.
"Mi hijo vive" en el corazón de cada uno de sus cinco hermanos, de su padre, de sus dos sobrinos y de su abuela, mi madre.
"Mi hijo vive" desde el recuerdo de todas aquellas personas y que por distintas circunstancias lo conocieron.
"MI HIJO VIVE EN LA VIDA ETERNA"
Sé y soy conciente que hoy he comenzado a transitar un camino que desconozco dónde me lleva y cuándo termina.
"Hijito mío, intercede ante Dios, Nuestro Señor, para que ilumine mis pasos y me dé la fortaleza suficiente para continuar".